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FRANCISCO GRATACÓS

Yo ya lo viví. 

Y ahora te acompaño a ti

Descubre hasta dónde puedes llegar si dejas de postergarte

No necesitas más motivación. Necesitas aprender a no abandonar

Quién soy

Si no logras tus metas

Tienes un deseo real de avanzar, de lograr algo grande. Pero no sabes cómo o no consigues sostenerlo el tiempo suficiente.

 

Lo has intentado mil veces. Has probado motivarte, entusiasmarte, seguir consejos de expertxs... Pero siempre acabas en el mismo punto: la duda, el bajón y la parálisis.

 

Lo más duro es que entras en el bucle del querer y no poder. Y eso te frustra y te inmoviliza.
Y, con el tiempo, empieza a doler de verdad.

Necesitas saber esto

Puedes decidir cómo ser y hasta dónde puedes llegar, si entiendes cómo funciona tu mente.

 

No se trata de repetir fórmulas ni copiar métodos genéricos.
Se trata de descubrir lo que te funciona a ti y solo a ti.


Y eso solo llega cuando te conoces de verdad y empiezas a dominar tu mente.

Quienes dominan su mente

No se autosabotean. No se excusan.
No postergan. No se bloquean. No abandonan.
Saben quiénes son y hacia dónde van.

 

Tienen una claridad mental brutal,
porque entienden cómo piensan y por qué piensan así.

 

Saben qué hacer y cuándo hacerlo,
porque reconocen lo que les impulsa y lo que les frena.

 

Consiguen resultados reales y sostenibles,
porque sistematizan y actúan desde lo que son, no desde la improvisación.

Y tú también puedes

Yo también fui incapaz

Mi nombre es Francisco Gratacós, y soy una persona que, en un momento de su vida, lo perdió absolutamente todo, incluso las ganas de vivir.

Años después, y tras muchos más golpes, acabé logrando prácticamente todo lo que me propuse, en una sociedad que exigía todo lo que yo no tenía.

No fundé ningún unicornio que luego vendí por millones. Empecé de buzoneador con dieciocho años, y ya en la treintena mi salario se adentraba cómodamente en las seis cifras.

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Pero nada de eso habría sido posible —ni hoy sería como soy—, sin haber aprendido a dominar mi mente y mi cuerpo.

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Hoy gozo de una vida plena y feliz, y me dedico a formar y acompañar a personas que, como yo en su día, han decidido dejar de esperar y empezar a convertirse en lo que siempre han deseado.

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Autor de

DIARIO

DE UN RESILIENTE

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Diario de un resiliente narra la historia real de una persona que pasó de una infancia privilegiada a una juventud brutalmente marcada por la adversidad, y cómo logró rehacerse y prosperar en una sociedad que le exigía todo lo que no tenía.

 

Esta obra cuenta cómo su autor pasó de perderlo todo, y malvivir en un coche, a dirigir empresas internacionales en el sector del lujo; a montar las suyas propias; a alcanzar la libertad financiera y a lograr una profunda realización personal.

 

En un mundo donde cada vez más personas se sienten perdidas o vacías, Diario de un resiliente ofrece el testimonio crudo y sin filtros, de alguien que supo transformar el dolor en impulso y dirección.


Una historia que no pretende impresionar, sino remover. Y quizás, inspirarte a empezar tu propio camino de cambio.

Ellxs ya dominan su mente

Las personas que trabajan conmigo no cambian solo por un rato.


Cambian su relación con su mente. Para siempre.

Sistematizan, accionan y logran lo que antes les parecía imposible.

Solo quienes dominan su mente transforman sus metas en resultados inevitables

Todo gran cambio empieza con una pequeña acción

Muchas veces creemos que para cambiar hay que ponerlo todo patas arriba, romper con todo...

​​

Pero, a veces, basta con un primer pequeño paso en una nueva dirección. Y que esto no te suene a chuminada de pinganillo, a «clica aquí» o «te veo dentro», pues yo no te daré bobadas de esas.

 

Yo ya viví todo lo que comparto, y cada semana hablo desde ahí: sin hipocresía social, bajando preguntas, vivencias, certezas y claridad a acciones que poder aplicar en tu día a día.

Si te apetece leerme, aquí estaré. Quizás algo te sirva para dar ese primer pequeño paso. 

¡Gracias por tu unirte!

​​Solo te enviaré lo que yo también querría recibir:

realidad, valor y claridad

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